Expediente Clasificado .:

Luego de que el virus Solanum se desatara mostrando una gran resistencia (así como un rango de contagio bastante amplio) saliéndose de las manos de las fuerzas armadas el poder contenerlo con facilidad el ejercito de los Estados Unidos, empezó una investigación sobre este virus atrapando a algunos infectados aun con vida, y otros ya muertos para examinarles. De este modo tener alguna posible vacuna para salvar a la población, o al menos inmunizarlos,  así como a sus soldados, luego comprender de que no bastaba un ejército para acabar con aquella situación. Lo único que conseguían, era obtener un mayor número de bajas en sus filas.

Estas investigaciones transcurrieron en el mas absoluto secreto durante los primeros años de la epidemia sin tener mayores avances en cuanto a conseguir la tan deseada vacuna o alguna especie de antídoto para los ya infectados. Tras prueba y error, más de una vez en las que llegaron a pensar no avanzar, algo cambio cuando se descubrió la existencia de los necrófagos. ¿Que los diferenciaba de los humanos, y que tanto se diferenciaban de los zacks? De inmediato los científicos pidieron obtener muestras de estos seres, y analizando la mutación que el virus había obtenido, crearon su propia mutación con el propósito de que el cuerpo humano creara una resistencia contra el virus. El propósito principal era inmunización, pero aún se encontraban muy lejos de aquello.

Las primeras pruebas de este nuevo químico, se probó en animales. En uno de sus primeros fallos, habían causado la forma de mutar el virus para que infecte a estos. La mayoría de los especímenes habían sido eliminados, pero algunos fueron guardados bajo estricta seguridad y más tarde utilizados para más pruebas científicas. Cuando estos reaccionaron correctamente a aquel antídoto, se decidió que era hora de hacer las primeras pruebas en seres humanos. Se hizo una búsqueda de voluntarios, y un pequeño grupo de militares comenzó a ser parte de esas pruebas, empezando a aplicar el nuevo virus mutado.



Los sujetos de prueba quedaron con vida, pero manifestaron el sentirse diferentes. Tras hacerles exámenes físicos se pudo ver que tenían sentidos mas agudos que un humano común, conservando características que se veían levemente en los necrófagos, y otras que habían sido desarrolladas debido a la mutación. Podían ver con mas claridad en la oscuridad que un humano normal, y así mismo presentaron una mayor fuerza, agilidad y resistencia que las que tenían antes de que se les aplicara el virus.

El experimento había sido un éxito, y un fracaso según se le mirara, pues si bien eran inmunes a el virus Solanum original, esto era solo por que ellos mismos ya se encontraban infectados. Infectar a toda la población con este nuevo virus no era una opción, pues los militares mostraron una incapacidad de crear glóbulos rojos a un ritmo normal, así que tenían que aplicarles transfusiones de sangre. Una vez que estos se acababan, no se transformaban en zacks, lo cual era el único avance. Mientras los militares mantuvieron este nuevo tipo de soldados en absoluto secreto, se les pidió a los soldados mantener silencio referido a otros descubrimientos. Algunos factores normales que aún no habían sido detallados por completo, eran factores que seguía haciendo mutar al gen. Los prototipos Z, como se les llamaba, fueron enviados a diferentes puntos donde se sabía que estaban los puntos de refugio militar más grandes, avisando únicamente al superior a cargo sobre este descubrimiento. ¿Motivos? Mantenerlos vigilados, y principalmente, creer tener en ellos una nueva arma que les ayude a dar un paso en aquel nuevo mundo en contra de los infectados.